Jets privados, helicópteros, los Alpes suizos y multimillonarios. Suena como el inicio de una película de James Bond, o bien, podría ser la reunión anual de la élite global en Davos. Cada año, directores generales, jefes de estado, inversionistas, filántropos, ganadores del premio Nobel y activistas llegan a este pequeño pueblo suizo durante una semana (este año del 20 al 24 de enero) para debatir los temas globales más urgentes, proponer nuevas ideas y buscar formas de mejorar la vida de todos.

A medida que salimos de las festividades navideñas, muchos de nosotros nos encontramos revisando los propósitos de Año Nuevo que hicimos hace apenas unos días. “¿Realmente le dijimos a todos que íbamos a hacer tantas cosas? 2025 se sentía tan lejano el 31 de diciembre”. 

¡Ah!, mi último artículo de 2024. ¿Sobre qué escribir? En mi trabajo me enfoco en la intersección de la inteligencia artificial (IA), las tecnologías emergentes, los negocios, la economía, el comercio y el futuro de nuestro hermoso mundo, región y país, mientras avanzamos como una comunidad diversa y vibrante. Así que generalmente escribo sobre eso. Pero una vez al año, o quizá dos, me desviaré ligeramente, pero sin perder de vista esos temas para ti, mi lector.

No hay nada como una rivalidad geopolítica entre “hermanos” para dar inicio a la temporada navideña. ¿Quién obtiene qué, quién queda fuera y quién ganará en el escenario global? A principios de esta semana, Estados Unidos impuso restricciones adicionales a la exportación de ciertos chips de alto rendimiento (también conocidos como semiconductores). Con esto pretende limitar el desarrollo de IA en usos domésticos, gubernamentales y militares. Para no quedarse atrás, China respondió imponiendo restricciones a ciertos elementos de tierras raras utilizados en la producción de semiconductores: germanio y galio. Suenan más como nombres de ciudades romanas, ¿no crees?

“Lo siento, señorita, pero su tarjeta ha sido rechazada”. Las palabras del cajero te invaden mientras tu rostro se enrojece. Las personas detrás de ti te miran con impaciencia; quieren que te hagas a un lado para poder seguir con su día. Pero preguntas: “¿Por qué fue rechazada mi tarjeta?” Sabes que tienes más que suficiente para cubrir un cargo cien veces mayor. ¿Qué está pasando?

Si has seguido las noticias, TikTok, Instagram o cualquier otro medio de información, quizás te preguntes si deberías temer que la IA te quite el trabajo. Si buscas el tema en Google, encontrarás opiniones en ambos lados que te harán sentir bien. Mientras tanto, navegas sin parar en redes sociales o, por otro lado, puntos de vista más alarmistas que te harán pensar que deberías lanzar tu teléfono por la ventana.

Echemos un vistazo al futuro. “¿Por qué estoy sentado en el estacionamiento de una oficina gubernamental dentro de mi auto autónomo, mientras mi editora me envía mensajes sobre mi columna? ¡Es 2030, esto no debería estar pasando! No puedo abrir las puertas y solo dice ‘bloqueo administrativo’.”